enero 21, 2007

Hace menos de veinticuatro horas cometí un pecado mortal. Como no soy religiosa no me siento culpable ni con remordimiento. Lo que pasa es que ahora soy un nudo gigante de emociones encontradas. Me siento mal, me siento bien, siento lástima, sed de venganza, líbido engañoso, un dolor muy particular, ganas de gritar, ganas de llorar, correr, llamar, hablar, destruir, y la pregunta ¿Cómo debo sentirme después de lo que hice?, después de lo que escuché, después de lo que ví. Hace un año las cosas eran tan sólo un poco diferentes. ¿Debería perdonar? Sé que olvidar, jamás... no podré.

Yo con mi rara existencia...

Deseo salir corriendo y dejar mi cuerpo tirado

No hay comentarios.: