octubre 18, 2006

Está bien, lo acepto. Talvez en algunas cosas no soy ni pienso como los demás, pero... ¿acaso no tengo la libertad de tener un día normal solo porque hay partido de fútbol? Salgo de la U (temprano por supuesto ya que los aficionados rogaron sin parar hasta que se acabó la paciencia de la profesora), no hay buses... camino hasta el Kennedy y para mi impresión sólo hay un bus para San José y está vacío. Minutos después empieza el movimiento lento, pero ¿Por qué? si las calles están desiertas. Camino a la parada de Sabana-Cementerio y no hay nadie, llega un mae y me pregunta ¿Hace rato pasó el bus? y yo "no, uno me dejó hace poco" "Entonces voy a ver si veo la mejenga" y se fue. Al rato llega una señora que al igual que yo no puede creer que un simple partido transtorne a la sociedad. 1, 2, 3, 4, 5 minutos.... no hay señales del bus. No hay gente en la calle, no hay vida en pleno San José. Acordamos pagar el taxi a medias. En la parada de mi bus se repetía la situación, excepto por algunos desesperados que deseaban ansiosamente llegar a la casa a ver el susodicho. Al entrar a casa descubro que hay invitados y adivinen qué... ¡Están viendo el partido!

Si no hubiera habido partido hoy, todo el día habría cambiado. Clases hasta las 10, presas, gente por doquier (bueno a las 10pm no tanto), carros, buses, taxis... Me parece que los que no somos apasionados del fútbol sufrimos en días como hoy, pero ¿por qué no existe un día dedicado al sueño? Que nos den días libres para dedicarnos única y exclusivamente a estar en los brazos de Morfeo. Sería genial...

Pero bueno al menos llegué temprano a casa...

1 comentario:

Andrea dijo...

sii hoy en dia el futbol es un gran movimiento de masas!
es divertido ver como muchas veces nos divertimos viendo correr a una persona detras de un balon...........
oye me gusta tu blog por lo que veo no has escrito nada este año i me gustaria suscribirme .......
bueno
un beso ciao! ;)